Si en la actualidad pasamos un promedio de 7 horas al día en internet, al cumplir 80 habremos acumulado 17 años en línea.
Este dato generó reacciones diversas entre el público del seminario internacional Cultura como bien público, que se celebró en el Centro Cultural La Moneda el 11 de octubre.
Quien expuso estas cifras fue Tomás Balmaceda, filósofo y académico argentino que estudia el impacto de la inteligencia artificial en la sociedad. Para él, la tecnología no es ajena a ningún ser humano, por lo que propone afrontar los problemas que trae desde la creatividad.
El diagnóstico del académico es que estamos en la era de la dopamina, donde aplicaciones y plataformas no solo entretienen, sino que mantienen a los usuarios en un ciclo de distracción constante. En este sentido, la lógica de las plataformas se asemeja a la de modelos clásicos de adicción.
TikTok cambió la manera en que consumimos contenido, y sus códigos permean desde la comunicación política hasta nuestras interacciones sociales. Algo similar ocurre en Tinder, donde las dinámicas de swipe definen la manera en que nos presentamos e intimamos.
Mientras tanto, las aplicaciones de delivery transformaron al cuerpo en un artefacto y al algoritmo en un jefe omnipresente que exige y «cuida» a sus trabajadores. El esfuerzo humano del repartidor se invisibiliza tras la pantalla de descuentos.
Sumado a estas transformaciones sociales (que impactan nuestras formas de consumo de contenido y percepción de la cultura y el ocio), cada una de nuestras interacciones son almacenadas en servidores físicos ubicados en Estados Unidos, lo que nos vuelve transparentes a las vigilancias.
«La tecnología no se entiende sin su sociedad y una sociedad no se entiende sin su tecnología» Tomás Balmaceda
Perspectivas sobre la IA
La inteligencia artificial (IA) es la tecnología que más profundamente ha impactado a la sociedad en un corto lapso de tiempo. Algunos años atrás, «inteligencia» y «artificial» era un oxímoron, pero ahora, la interfaz está diseñada para evocar una empatía que nos hacer dudar de su naturaleza.
Existen tres supuestos principales sobre la IA: el primero es que sustituirá muchos puestos de trabajo, el segundo se relaciona con el fin del sistema educativo como lo conocemos y el tercero consigna que nos liberará para siempre del trabajo. Estos supuestos, entre la tecnofilia y la tecnofobia, ignoran un factor fundamental: el estadio del capitalismo en que nos encontramos.
Las compañías tecnológicas tienen intereses políticos, económicos y ambientales. Y Latinoamérica contribuye masivamente con datos, energía y recursos naturales para hacerlas funcionar. Sin embargo, los beneficios generados por estas empresas no llegan a nuestra región.
Pese a que estamos en desventaja ante el norte global, no todo está perdido: Balmaceda cree que estamos en el mejor momento para extender nuestro entorno, trabajar nuestra flexibilidad y disposición para discutir sobre nuestros valores.
Para lograrlo, es importante hacer un trabajo intergeneracional, donde aprendamos de las experiencias que cada grupo etario puede aportar.
El rol de la cultura en este escenario
Nuestra era está transformando el paradigma vertical de los liderazgos. Ya no estamos tan abiertos a la autoridad sino que somos moldeados por la influencia.
En este contexto, las herramientas de comunicación digital suelen fragmentar lo colectivo a favor de lo individual, por ende, la cultura puede ofrecer un espacio para crear experiencias colectivas.
Tal como argumentó Jazmín Beirak en su charla sobre derechos culturales, los espacios culturales nos permiten relacionarnos con personas que en otros contextos no conoceríamos y romper brechas etarias, geográficas e ideológicas.
Por su parte, Balmaceda instó a fomentar un equilibrio entre la dependencia tecnológica y los valores humanos compartidos, poniendo énfasis en el encuentro entre generaciones, dado que nunca en la historia habíamos vivido cinco generaciones al mismo tiempo.
Puedes ver la conferencia completa de Tomás Balmaceda en este enlace (Centro Cultural La Moneda).
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Periodista especializada en cultura, plataformas digitales y diseño de experiencias.